Thursday, July 27, 2006

a. er, D.N.A. III

La Llave de Fuego

Si muero, pobre de aquel que alce de mi pecho la llave escarlata de infinita voluntad.
Si muero, dichoso aquel que encuentre la chapa acertada para la sabia llave.

Yo, incansable explorador de horizontes lejanos, hoy me consumo en un mar de lava de amor, expiro cenizas e inspiro fuego, cual dragón con vestimenta de cupido, cual infante vacuo que apenas ha descubierto este hermoso arte. Pero que ha de ser de mí si al llegar a ti me encuentro ante un sacrificio, un tributo el cual yo debía ofrecer a nuestro inclemente amor.

El más pequeño de todos, el más desprotegido de todos, el menos diestro de los diez y el de menos fortuna. Aquel cuyo nombre principia con la decimotercera letra del abecedario latino internacional, que representa un fonema consonántico nasal y labial. Nombre que se jacta de su virtud y su talón de Aquiles.
Menudo en constitución, sin resquicio de baladrones, fuerte y robusto en alma. El ha sufrido tanto como yo sufro la distancia que nos aqueja.

Voy detrás de ti hermosa princesa de bella imagen.

KRAMER.
DERECHOS RESERVADOS

Sunday, July 02, 2006

a. er, D.N.A. II

Soliloquio

(en voz baja) “Ya casi… solo un poco más... paciencia… te amo…
El amor se hace urgente cuando la distancia lo aqueja.
Las horas de fresa se burlan, los minutos de vainilla se mofan y los segundos de confituras se carcajean en afán de irreverencia. Pobre alma sensiblera embriagada de tiempo, aquejada por la distancia y reprimida por la crueldad sabor a Tutsi. Poca cosa es el tiempo que se basa en mil ardides de chocolates, para su malévolo fin;
¡yo soy aquel hombre...y tú aquella mujer!
Pasas en silencio por mi amor de limón
y al pasar,
finjo una sonrisa sabor a mango,
como un dulce contraste del dolor de amarte...
y jamás lo sabrás.

Tal la tristeza ciega, enhiesta como espada sin clemencia su angustia sabor bilis.
Con un amor sin tiempo, sin memoria;
¿por qué me quema esta flama, si agonizando ya estoy?
¿Será que al vivir, doy la agonía a cada día?

Entre tu ausencia y el cielo, hay un rincón de recuerdos tutti-fruti agonizando en silencio. ¡¡Déjame amarte sin medida, déjame amarte sin condición, déjame amarte para toda la vida y el universo será nuestro pedestal!! Desencadena mi corazón moribundo y déjalo amar sin clemencia, cual orate, irreverente e inverecundo pueda ser en coalición con mi gran sentimiento
Infusión de rosas, alma sahumada en vid.

te amo… paciencia… falta poco… al fin he llegado, Republicas…”

“¡¿Tan rápido?! Ya es tiempo de marcharse. Amor sin condición.”

KRAMER.
DERECHOS RESERVADOS
http://cieloraso.blogspot.com