Thursday, July 27, 2006

a. er, D.N.A. III

La Llave de Fuego

Si muero, pobre de aquel que alce de mi pecho la llave escarlata de infinita voluntad.
Si muero, dichoso aquel que encuentre la chapa acertada para la sabia llave.

Yo, incansable explorador de horizontes lejanos, hoy me consumo en un mar de lava de amor, expiro cenizas e inspiro fuego, cual dragón con vestimenta de cupido, cual infante vacuo que apenas ha descubierto este hermoso arte. Pero que ha de ser de mí si al llegar a ti me encuentro ante un sacrificio, un tributo el cual yo debía ofrecer a nuestro inclemente amor.

El más pequeño de todos, el más desprotegido de todos, el menos diestro de los diez y el de menos fortuna. Aquel cuyo nombre principia con la decimotercera letra del abecedario latino internacional, que representa un fonema consonántico nasal y labial. Nombre que se jacta de su virtud y su talón de Aquiles.
Menudo en constitución, sin resquicio de baladrones, fuerte y robusto en alma. El ha sufrido tanto como yo sufro la distancia que nos aqueja.

Voy detrás de ti hermosa princesa de bella imagen.

KRAMER.
DERECHOS RESERVADOS

2 comments:

Edus said...

El amor consta de multiples sacrificios...pero bien valen la pena...besos y disfruta tu fin de semana

Maqui & Violetas said...

Amor, qué palabra más simple y compleja.
Ojalá estés con tu princesa ahora.